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La tarjeta de crédito es un instrumento de financiamiento que cuenta con un límite de crédito que puedes utilizar para realizar compras en comercios que lo acepten como medio de pago. En República Dominicana solo pueden ser emitidas por un Banco múltiple, Banco de ahorro y crédito o Asociación de ahorros y préstamos. Al utilizarla, el usuario o tarjetahabiente asume la obligación de devolver los montos consumidos y, en caso de aplicar, pagar los intereses y comisiones bancarias asociadas.
Puedes contar con solo un límite de crédito en pesos (facturación en pesos) y también con uno en dólares (doble saldo). En caso de tener ambos límites es bueno destacar que, aunque se encuentran dentro de la misma tarjeta, son independientes uno del otro. Tienes la posibilidad de realizar consumos en cualquier divisa alrededor del mundo. Si solo cuentas con un límite en pesos, los consumos se aplicarán convertidos a pesos y en caso de tener un límite en dólares, los consumos internacionales se aplicarán convertidos a dólares.
Algunas de las ventajas de utilizar una tarjeta de crédito son:
No consumir más de lo que puedes pagar. Recuerda que cada consumo que realizas con una tarjeta de crédito es un préstamo que debes pagar y es muy probable que el límite de crédito que dispone sea mayor a tus ingresos mensuales.
Pagar mensualmente la totalidad de la deuda de tu tarjeta de crédito antes de la fecha de vencimiento. Esta fecha es la “Fecha Límite de Pago” que se indica el estado de cuenta que se genera mensualmente. Por prudencia, es una buena idea hacerlo 24 o 48 horas antes, por si ocurriera algún evento imprevisto que impidiera o demorara el proceso de pago.
También podrías hacer pagos con mayor antelación, pero de ser así dejarías de aprovechar el financiamiento a cero costo que puede obtenerse con un uso inteligente y disciplinado de la tarjeta de crédito.
Ahora bien, lo que se debe evitar a toda costa es dejar de hacer por lo menos el “Pago Mínimo” en la “Fecha Límite de Pago”. Dejar de realizar ese pago, además de acarrear costos adicionales (por ejemplo, “Comisión por mora”), podría impactar negativamente tu historial de crédito y dificultar el acceso a fuentes de financiamiento con las mejores condiciones del mercado en un futuro.
Es el pago que, como mínimo, debe abonarse al monto o saldo adeudado en una tarjeta de crédito para mantener la deuda al día o vigente y evitar cargos por mora o retrasos.
Luego de calcular los intereses correspondientes al mes del estado de corte, se le agregan los cargos y comisiones bancarias asociados a la tarjeta que han sido registrados en el transcurso de ese mes. A este monto, se le agrega la treintaiseisava parte (1/36) del monto adeudado al corte, de tal manera que al cabo de tres años se habría amortizado la deuda en su totalidad, de no generarse cargos o consumos adicionales y haberse mantenido los pagos siempre al día.
Para asegurar el uso continuo de tu tarjeta de crédito, y que recibirás las mejores condiciones al momento de buscar otros financiamientos, es fundamental que por lo menos hagas puntualmente el pago mínimo.
El pago mínimo no te afecta negativamente al score. Pero sí se refleja en tus finanzas porque estarías financiando el instrumento formal más costoso del mercado. Tampoco te favorece. Digamos que te deja en neutro. Te permite no tener una puntuación sin alterar.
En términos técnicos, se calcula sobre el saldo insoluto de capital a la fecha de corte, es decir, cuando se generó el estado de cuenta mensual. Dicho saldo o balance excluirá, para fines de cálculos, los intereses, comisiones y otros cargos.
Quizás la mejor forma de entenderlo es con un ejemplo hipotético. Digamos que vas a un hotel con tu familia el 1ro de enero. Consumes ese mismo día RD$10,000, en una tarjeta de crédito nueva, en la que nunca has realizado otros consumos. El 31 de enero es tu “Fecha de Corte” y en ese día se genera tu estado de cuenta.
En el estado, se te indica que puedes hacer el pago de dos formas:
El “Pago Total” del “Balance a la fecha de corte” (es decir, de RD$10,000).
Un “Pago Mínimo”, digamos que de RD$1,000.
También en el estado se establece que tu “Fecha Límite de Pago” es el 23 de febrero.
Si el 23 de febrero haces el “Pago Total”, habrás logrado financiar por 53 días (los 30 días del mes de enero, más los 23 días de febrero) a un costo de cero por ciento (0%). ¡Genial!
Ahora bien, si el 23 de febrero solo haces el pago mínimo, el banco emisor de tu tarjeta de crédito te cobrará intereses sobre el “saldo insoluto” o el monto debido. ¿Por cuánto tiempo? Desde la fecha que se originó el consumo (1ro de enero) hasta la “Fecha de Corte” (el 31 de enero). Es decir, 30 días.
Si la tasa de interés es un 60% anual, se multiplicará RD$10,000 por 60% por la cantidad de días (30) entre los días del año (360). Es decir, que se te cobrarán intereses equivalentes a aproximadamente RD$500.
¿Qué ocurre si el 23 de febrero abonas RD$9,000 y dejas pendiente pagar solamente RD$1,000? ¿Te cobrarán intereses sobre los RD$1,000? No. El banco cobrará intereses por el saldo insoluto adeudado durante el transcurso del mes, que fue de RD$10,000.
Dependerá de muchas variables, entre ellas el nivel de consumo que vas a realizar, los tipos de consumo, la necesidad de crear historial de crédito o no, los patrones de conductas al momento de consumir de quien utilizará la tarjeta de crédito, entre otros aspectos.
Por ejemplo, para alguien que es particularmente indisciplinado o poco controlado al momento de gastar o realizar consumos, posiblemente la mejor tarjeta de crédito sea ninguna tarjeta de crédito, por lo menos hasta que supere esos patrones de consumo o mejore su nivel de educación, cultura y comportamiento financiero.
En el otro extremo, tener muchas o demasiadas tarjetas de crédito implica un alto costo en cuanto al tiempo que la persona necesitará para darle seguimiento a los consumos que se realicen en cada una de ellas.
Es importante resaltar que una tarjeta de crédito implica una responsabilidad del tarjetahabiente, no solo en cuanto al pago de los compromisos asumidos con ella, sino en cuanto al seguimiento, control y verificación que debe hacerse periódicamente a los estados de cuenta de cada tarjeta.
El tarjetahabiente también debe cuidarse de que los límites de crédito extendidos a su favor no sean excesivamente altos. Por ejemplo, un límite de más de tres veces los consumos que realizarás con los plásticos podría comprometer adversamente el cálculo de tu capacidad de pago en algunas entidades financieras a las cuales luego podrías recurrir para fines de otros créditos.
Un número razonable de tarjetas podría ser desde una para alguien que está iniciando su crédito, dos plásticos para tener un producto alterno en caso de emergencia, hasta tres o cuatro plásticos para alguien con consumos bien controlados y que aprovecha al máximo los beneficios o descuentos otorgados por las tarjetas que tenga.
Se debe recordar que una de las principales ventajas de hacer consumos con tarjetas de crédito es aprovechar los programas de lealtad o fidelidad de las mismas, por lo cual podría no ser conveniente fragmentar o dividir mucho los consumos entre varias tarjetas de bancos distintos. Esto podría dilatar la ventaja de acceder a los beneficios colaterales que pueden generar los plásticos.
Fundamentalmente porque la entidad ha identificado que el tarjetahabiente asume sus compromisos financieros de manera correcta, en lo que corresponde al pago puntual de los mismos. Difícilmente una entidad aumenta el límite a un cliente que no hace sus pagos al día, por ejemplo.
Es también altamente probable que la entidad quiera adecuar el límite de crédito de la tarjeta a los patrones del consumo del cliente, para asegurar suficiente holgura en cuanto a su uso y así evitar el cargo por “sobregiros” o consumos en exceso al límite de crédito originalmente otorgado.
Las entidades emisoras de tarjetas también reconocen que los clientes tenderán a ser más leales o a utilizar más frecuentemente aquellas tarjetas de crédito con límites más amplios o generosos.
En cuanto a la notificación del cambio o aumento en el límite de la tarjeta, las entidades generalmente realizan estos avisos a través de los estados de cuenta que mensualmente deben entregar a los tarjetahabientes, al igual que a través de sus plataformas de banca por internet.
Recuerda que para fines de tu “score” o calificación de crédito, en general es buena idea consumir solamente hasta el 50% de tu límite autorizado, puesto que consumir el 100% podría indicarle a las entidades financieras poca holgura o flexibilidad financiera de tu parte y también podría acarrear comisiones o cargos por sobregiros.
Uno de los beneficios que tienen la mayoría de las tarjetas de crédito son los planes de recompensas. Estos planes consisten en la acumulación de unidades de recompensas por cada consumo que realizas. Se les puede identificar bajo distintos nombres: puntos, millas, estrellas, manos, ceritos, soles, escudos, entre otros, dependiendo la institución financiera que se trate.
Las unidades de recompensas que acumules pueden ser canjeadas por dinero en efectivo, pagos a la tarjeta de crédito, artículos promocionales, bonos de compra, fines de semanas en hoteles nacionales, boletos aéreos al exterior, entre otros.
El crédito diferido de las tarjetas de crédito es una facilidad que te permite hacer compras y pagarlas a plazos, cargando las cuotas a tu estado de cuenta mensual. El límite de crédito disponible para esta facilidad es independiente al límite regular de tu tarjeta.
Dependiendo de la institución financiera, el uso de la facilidad tiene un monto mínimo de compra y un rango determinado de plazos disponibles. Algunas entidad permiten usarlo con el mismo plástico de tu tarjeta o con un plástico adicional para ese fin y para usarlo, al momento de pagar tu compra, debes indicar al cajero que deseas pagar en cuotas.
No tener un historial de crédito o un historial deteriorado reduce las probabilidades de que te aprueben una tarjeta de crédito. Una alternativa que tienes es hacer la solicitud incluyendo dinero en garantía como respaldo, en la forma de un certificado de depósito o balance en una cuenta de ahorro. De este modo, la institución financiera estaría dispuesta a darte la oportunidad teniendo la tranquilidad de una garantía en caso de que no puedas pagar la deuda que acumules. El límite de crédito de la tarjeta sería un porcentaje del monto de la garantía.
Más adelante, según el comportamiento que presentes, es posible que la garantía sea eliminada y puedas volver a disponer del dinero y quedarte con la tarjeta.
Estos pueden variar por institución financiera, pero normalmente son estos:
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