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Los fondos de inversión pueden ser abiertos (también conocidos como fondos mutuos) o cerrados. La diferencia básica y más importante entre estos tipos de fondos es que los fondos abiertos les dan liquidez al mismo fondo de inversión y con los fondos cerrados les dan liquidez al mercado completo, a través de la negociación de sus cuotas a través de la Bolsa de Valores.
Las cuotas de los fondos abiertos o fondos mutuos son negociadas (vendidas y compradas) por el mismo fondo, mientras que las cuotas de los fondos cerrados son adquiridas a través de los Puestos de Bolsa y son vendidas en el mercado a través de la Bolsa de Valores.
Los fondos de inversión cerrados tienen un plazo definido y el número de cuotas de participación colocadas es fijo. Sus cuotas no son redimibles directamente por el fondo cerrado, sino en el mercado secundario de valores a través de los puestos de bolsa.
De acuerdo a los activos que lo componen y a sus objetivos de inversión, de manera general los podemos clasificar los fondos de inversión cerrados en:
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