Aprende a sacarle el jugo a la fecha de corte de tu tarjeta. En este artículo te explicamos cómo usar dinero del banco por 50 días o más al 0% de interés.
¿Quieres sacarle más provecho a tu tarjeta de crédito? ¿Y si en vez de unos 20 días después del corte tuvieras 50 o más para pagar tu tarjeta? Sería una gran ventaja para tu bolsillo, ¿verdad?
Lograr esta “magia” puede ser pan comido si organizas tus consumos en función de tu fecha de corte, el día hasta el cual las entidades financieras registran los pagos, compras, avances de efectivo, entre otras transacciones que realizas con tu tarjeta de crédito. O viceversa: si eliges la fecha de corte en función de tu patrón de consumo.
Como de seguro sabes, después de esta fecha, los bancos te dan un plazo de unos 23 días –depende de la entidad, poco más o poco menos- para pagar la totalidad de lo consumido a cero costo; y si no saldas la totalidad del balance al corte, automáticamente estarías pagando un interés por financiamiento de un costoso 60% anual.
Determinar la fecha óptima para el corte de tu tarjeta de crédito en función de tus consumos te permitirá tener más tiempo para hacer tus pagos. Si es preciso, deberás solicitarle el cambio de la fecha de corte al banco. Esto te ayudará evitar apuros haciendo consumos en el momento oportuno y a reducir costos por financiamiento con la tarjeta de crédito, en caso de que los tengas.
El 80% de los bancos más grandes permiten que cambies tu fecha de corte
Para cada tipo de procesador de pago (Visa, MasterCard, American Express, etc.) las entidades financieras grandes disponen de un catálogo de fechas entre las cuales los clientes pueden elegir.
Es un procedimiento tan sencillo que incluso puedes solicitarlo por teléfono. En el banco que tarda más tiempo para confirmarte si te aprueba la modificación de la fecha de corte la espera es de siete días laborables. Usualmente, el cambio se efectúa para el corte próximo después de que la solicitud es aprobada.
El requisito que exigen la mayoría de los bancos es que el cliente haya pagado lo que debe al corte vigente o que por lo menos realice el pago mínimo. En entidades que ofrecen un crédito diferido en combinación con la tarjeta de crédito podrían demandar que el cliente salde también lo adeudado por este producto.
Además, como se dijo anteriormente, es preciso que la fecha de corte deseada por el cliente esté dentro de las que el banco dispone para el tipo de tarjeta que tiene aprobada o activada.
Como ves, solicitar el cambio es la parte más sencilla. Pero antes de hacerlo te sugerimos que determines cuál podría ser tu fecha más conveniente.
¿Cómo identificar la fecha de corte que más me conviene?
La fecha de corte ideal va a depender de tu patrón de consumo con la tarjeta de crédito. Lo adecuado es que el día del corte sea anterior a las fechas en las que haces el grueso de tus consumos, de manera que no tengas que pagarlos en solo 20 o 23 días, sino después de que tu producto vuelva a cortar en el próximo mes, lo que te permitirá contar con unos 27 días adicionales.
Expresemos la idea con un ejemplo. Si la mayor parte de tus consumos se concentran a final de cada mes, porque tienes que pagar tus facturas, hacer la compra de la casa o cumplir con otros compromisos, te conviene que tu corte sea anterior a estos días. Suponiendo que la fecha en que honras estos compromisos es el 30 de cada mes, lo conveniente es que tu tarjeta corte antes de ese día, el 28 podría ser.
De esta forma, lo que consumas a partir del 29 aparecerá en el estado de tarjeta que se generará la próxima vez que tu tarjeta corte. Además de que habrá pasado casi 30 días, luego tendrás los 20 o 23 días para pagar, en total más o menos 50, sin pagar ni un centavo en intereses por financiamiento.
Como hemos visto, el uso óptimo de la fecha de corte nos permite ganar tiempo y, si acaso, evitar algún cargo por atraso o financiamiento. Debemos tener claro que esta ventaja no consiste en pagar menos, sino en pagar más tarde o en el momento del mes en que más nos convenga.
Su aprovechamiento es óptimo en la medida en que evitemos los costos de financiamiento, que son particularmente elevados en estos productos. Es decir, debemos tener en cuenta que aún armonizando la relación dinámica de consumo-fecha de corte, debemos pagar todo lo consumido al corte a tiempo, cada mes. Esa, evitar el financiamiento, es la primera regla número del tarjetahabiente prudente y sabio.
Redacción por Alaiska Cuevas, adaptado de Argentarium.com