Entre los propósitos que podríamos tener está casarse, tener hijos, comprar una casa o un vehículo.
Si se trata de esto último, ya sea que vayas a cambiar tu vehículo o a adquirir uno por primera vez, debes tener en cuenta que es preciso pensarlo detenidamente, evitando remordimientos posteriores.
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Antes de comprar
Evita actuar con impulsividad
Planifícate. Que ninguna “gran oportunidad” te impulse a tomar una decisión de la que más adelante te puedas arrepentir. Medita cada una de las dimensiones importantes en el proceso de compra de un vehículo. Sé consciente de cada paso que des.
Determina qué puedes pagar
Conoce tu presupuesto. Usualmente, las personas compran su vehículo con ahorros y financiamiento. Si vas a pagar cash: ¿cuántos puedes gastar?
Si necesitas un préstamo, ve preparando el terreno para adquirirlo. Pregúntate: ¿Tengo en orden mi historial crediticio? ¿Investigué el porcentaje de las tasas de interés y plazos de préstamos para vehículos nuevos y usados? ¿Cuánto tengo de inicial (idealmente debes tener al menos el 20% del valor del vehículo que deseas comprar)? ¿Cuál es la cuota máxima que puedo pagar? Planifícate para pagar tu préstamo en el plazo más corto posible.
Determina qué quieres
En base a tus posibilidades y necesidades, define qué tipo de vehículo te conviene comprar. Hazte algunas preguntas como: ¿Realmente necesito un vehículo? ¿Para qué tiene que servirme el vehículo que voy a adquirir? ¿Para ir todos los días a la oficina o para hacer viajes frecuentes fuera de la ciudad? ¿Qué es importante para mí? ¿Consumo de combustible? ¿Seguridad? ¿Tecnología? ¿Garantía? ¿Comodidad?
Asegúrate de que el vehículo que elijas tenga respaldo local de piezas y servicios, además, verifica si tiene garantía, conocer lo que cubre, lo que no y por cuánto tiempo.
Comprueba que el automóvil esté libre de problemas que puedan no solo echar a perder tu inversión sino comprometer tu seguridad, tales como vehículos de "salvamento" (aquellos que sufrieron inundaciones, choques severos, incendios, etc.), vehículos sin bolsas de aire, con el guía cambiado (de derecha a izquierda), con equipos de gas LP o natural de mala calidad.
Si el vehículo que estás considerando no reúne estos criterios de fiabilidad y respaldo, no lo compre. Incluso considera comprar uno de menos "categoría" que sí lo haga.
En este proceso, asesórate. Busca la opinión de personas con conocimientos que te ayuden a tomar una decisión acertada.
Prepárate para lo que viene
Comprar un carro te resolverá varios problemas. Pero no todo será maravillas: también debes asumir gastos fijos colaterales, dígase gastos de combustibles, mantenimiento, seguro, impuestos y cualquier otro "palo" que el carro pudiera darle inesperadamente. Esto también debe estar presupuestado. Considera adquirir un plan de extensión de garantía para proteger tu vehículo de posibles reparaciones costosas una vez vencida la garantía de fábrica.
No te desanimes
Si luego de haber meditado las implicaciones de adquirir un vehículo o cambiar el que tienes, descubres que por tu situación económica no es un buen momento, no te desanimes. Vendrán momentos mejores para hacerlo. Sigue ahorrando y acondicionando tu vida para cuando la inversión sea posible.
Durante la compra
Compara opciones
No cometas el error de comprar lo primero que veas. Investiga el valor del vehículo, visita dealers, mira los anuncios clasificados y portales de Internet, así podrás comparar y elegir la oferta que más te conviene.
Elige dealers confiables y con sólida trayectoria empresarial. Exige un trato profesional, sin prisas ni presiones extraordinarias. Lo principal es establecer honestidad y credibilidad entre tú y tu vendedor. Exige manejar el vehículo antes de comprarlo, y si es usado asegúrate de llevar a cabo una inspección técnica independiente con un taller de tu confianza.
Antes de tomar cualquier decisión apóyate de Rexi.do para conocer, comparar y elegir los préstamos de vehículo disponibles en el mercado dominicano.
Ya compré, ¿y ahora?
Protege tu inversión. Nunca falles en los mantenimientos recomendados por el fabricante.
Al igual que con el dealer, elige talleres minuciosamente.
Guarda todos los records (facturas, conduces, etc.) de mantenimientos y reparaciones.
Mantén al día todos tus pagos de seguro e impuestos de circulación. Guarda copias en tu casa u oficina de dichos documentos.