Salvo que se presente alguna coyuntura inusual, los bancos siempre quieren prestar dinero. Ese es su negocio. Pero una cosa es su apetito por colocar créditos y otra es que sea prudente hacerlo con algunos clientes en particular. De ahí que con frecuencia las entidades financieras opten por rechazar solicitudes. ¿Qué motiva esta decisión? En una palabra, el riesgo. Cuando la entidad evalúa a un cliente y concluye que su perfil de riesgo es elevado, lo más probable es que le niegue el financiamiento.
Los indicadores de riesgo pueden ser muchos y a veces dependen de criterios individuales de cada banco. Aquí te presentamos cinco que son muy determinantes y valorados por la mayoría de las entidades.
- Si no estás trabajando. Naturalmente, tu situación laboral es clave. Difícilmente una entidad financiera te apruebe un crédito si no estás trabajando al momento de solicitarlo. Incluso el hecho de tener pocos meses en el empleo actual puede ser razón para la descalificación.
- Si no tienes historial crediticio. Esta es una de las principales causas de denegación de créditos a personas jóvenes o que han tenido poca relación con la banca formal. Cuando no se tiene historial crediticio la entidad financiera no tiene forma de conocer cuál ha sido tu comportamiento de cara a los compromisos financieros históricamente. Esto, si bien no es un motivo tajante de rechazo, eventualmente puede influir en que se produzca.
- Si tienes mal score crediticio. El score o la calificación crediticia es tu principal carta de presentación ante la banca formal. Si es elevado, las probabilidades de que te aprueben un préstamo también serán altas, y viceversa. También influye en el precio a que el sector financiero te presta o tasa de interés.
- Si no tienes capacidad de pago. Podemos ilustrar este aspecto con varios ejemplos de coyunturas que pueden presentarse incluso si tienes empleo, buena calificación y buen historial crediticio. El primero, si tienes otras deudas y ya destinas un porcentaje muy importante de tu ingreso a cubrir sus cuotas. También si, aunque no tengas otras deudas, tus ingresos fijos son relativamente reducidos y tus compromisos de gastos fijos son elevados. En ambos casos el comité de crédito de tu banco pudiera concluir que tu capacidad de pago es baja y rechazar tu solicitud.
- Otras prioridades de la entidad. Hay entidades que tienen un perfil comercial enfocado en un tipo de préstamos en específico. Por ejemplo, alguna le dará prioridad a los préstamos para vehículos sobre los préstamos hipotecarios. Si solicitas un préstamo hipotecario en una institución financiera con esta característica, podrías estar ante una desventaja.
- Otros aspectos de tu perfil. La edad, por ejemplo. Si eres demasiado joven puedes tener limitaciones para acceder a créditos de montos elevados. Si eres una persona mayor, posiblemente el banco no te conceda préstamos a mediano o largo plazo.
Todas estas razones podrían explicar la denegación de un crédito. Lo ideal, de cara a nuestro historial, es evitar que esto ocurra, hacer la solicitud en el momento en que se esté bien preparado. Si ya pediste el préstamo y fue rechazado, pídele al oficial del banco que te explique las razones. Luego, asume la tarea de corregir los aspectos que están deteriorando tu perfil crediticio.