El ahorro es necesario para poder alcanzar las metas que requieren de recursos económicos. En términos generales, varios expertos en finanzas personales recomiendan ahorrar entre un 10 y un 15% de los ingresos que percibes. Pero a fin de cuentas todo dependerá del perfil individual que tengas: posiblemente tu situación económica te permita ahorrar incluso un porcentaje mayor al rango citado, o al contrario, no tengas margen para llegar al 10% o, en el peor de los casos, no puedas ahorrar nada.
Si esta última suposición refleja tus circunstancias, hay varios puntos a explorar con miras a incrementar tu ahorro. Podrías, por ejemplo, revisar si modificando algunos comportamientos o actos cotidianos puedes reducir tus gastos. Aquí citamos algunos de ellos, aunque reconocemos que la variedad de gastos evitables o reducibles puede llegar a ser muy amplia.
1. Ser fiel a tus marcas preferidas
¿Por qué comprar siempre la misma pasta dental, por citar un producto, si existen opciones similares a menor costo? La próxima vez que hagas tus compras en el supermercado o en tiendas donde frecuentas para comprar tus productos habituales, evalúa si existen marcas que satisfagan tu deseo o necesidad a un precio más económico.
- No planificarte para comprar
El adquirir bienes o servicios y luego evaluar si realmente lo necesitabas, si eran prioritarios o si habían mejores opciones en el mercado, es uno de los hábitos que más puede atentar contra tu bolsillo. Acostúmbrate a definir lo que necesitas y establecer su grado de urgencia antes de comprar. Esto aplica para compras por montos altos, por su impacto en tus finanzas, pero también para compras menores.
- Desaprovechar lo gratuito
¿Por qué pagar siempre por todo? Contempla la oportunidad de ejercitarte en las áreas públicas en vez de pagar un gimnasio, de llevar a tus hijos a los parques en vez de pagar por entradas en sitios de diversión infantil, de hospedarte con parientes y amigos en tus vacaciones y ahorrarte pagar hotel, de hacer cursos gratuitos en línea para desarrollar capacidades por las que ahora estás pagando... Comprar no siempre es la solución para satisfacer tus necesidades o deseos. Un buen administrador busca la manera de conseguir lo que necesitas gastando lo menos posible.
- Ignorar los planes de fidelidad de tus tarjetas
Casi todas las entidades bancarias locales tienen descuentos en diferentes establecimientos comerciales que podrías aprovechar para ahorrarte unos pesos al hacer tus compras planificadas y priorizadas. ¿Ya conoces cuáles son estos establecimientos y descuentos? Consulta el sitio web de tu banco y mira a dónde podrías ahorrar un poco más. Las políticas de lealtad de las entidades financieras también te podrían permitir generar ahorros importantes mediante la generación de puntos o estrellas. Asegúrate de no dejarlos perder por olvido o ignorancia.
- Pagar demasiado por la vida social
¿Qué tal si de vez en cuando organizan los encuentros sociales en tu casa o las de parientes y amigos en vez de salir a un restaurantes, por ejemplo? Ciertamente, no es el mismo confort de ir a un restaurante y tener un servicio, cocineros y meseros complaciendo tus deseos. Sin embargo, la cantidad de dinero que te puedes ahorrar podría representar una suma relevante en comparación con lo que se gasta al disfrutar de los servicios de alimentos y bebidas. Para algunos esta parecerá una medida extrema, pero todo depende de las condiciones de cada bolsillo.
- El no tratar las adicciones
El fumar, beber alcohol y jugar loterías son algunas adicciones en las que las personas pueden despilfarrar una suma importante de dinero sin darse cuenta. Aunque parezcan poco 25 pesos, por ejemplo, que alguien destine a comprar un billete de lotería, si se estima el gasto diario a lo largo del tiempo se puede encontrar que ha sido mucho el dinero perdido en hábitos que no favorecen el bienestar de las personas.
En muchos casos el ahorro significativo y constante requiere de una transformación conductual. Cambiar el sistema de creencias y, posteriormente, de la forma de actuar, es fundamental para dejar de ver necesidades donde no las hay o priorizarlas si realmente existen. Con conciencia, voluntad y disciplina se puede lograr el cambio. Piensa, ¿qué es lo que quieres lograr y cuáles cambios puedes proponerte para conseguir tus metas financieras en el tiempo oportuno?