Tarjetas para comprar a plazos: ¿en qué consisten?¿A qué nos referimos cuando hablamos de tarjetas para comprar a plazos? Pues simple: son las tarjetas de crédito normales que, además de los usos más convencionales, como hacer consumos y aprovechar programas de lealtad, permiten hacer compras y pagarlas a plazo. Es decir, el mismo plástico incluye una modalidad de préstamo para hacer compras que podemos ir pagando en cuotas mensuales.
Esto es posible usando el subproducto asociado a las tarjetas de crédito conocido como crédito diferido, que también puede ser utilizado de otras formas, como haciendo avances de efectivo a nuestras cuentas.
En el caso de las compras a plazo, las cuotas a pagar se irán reflejando, cada mes, en los estados de la tarjeta. También deberán reflejar los intereses correspondientes.
El monto disponible mediante la modalidad de crédito diferido suele ser similar al límite de la tarjeta de crédito. Por ejemplo, si tu tarjeta tiene un límite de RD$40,000.00, lo más probable es que puedas contar con crédito diferido hasta ese monto.
Es importante tener en cuenta que no todas las tarjetas del mercado contemplan esta posibilidad, pero lo cierto es que tiene cada vez más presencia en las ofertas de las entidades financieras.
Ventajas de usar el crédito diferido
De cara al usuario financiero, el valor de este subproducto radica en que permite cubrir necesidades de financiamiento extraordinarias sin comprometer el balance disponible en la tarjeta, que con frecuencia está reservado para el pago de servicios básicos y compras cotidianas.
Además, suele tener una tasa de interés inferior a la del crédito regular de la tarjeta. De hecho promedia la mitad. Mientras el crédito plástico tiene una tasa que en el mercado local ronda el rango 55% - 60% anual, el diferido cuesta entre 25% y 30% anual, generalmente.
Eso significa que si en una situación de crisis tienes que elegir entre financiarte con la tarjeta de crédito y usar el crédito diferido, la segunda opción es más oportuna desde el punto de vista financiero.
A la vez hay que tener en cuenta que el costo de este crédito puede variar dependiendo de cómo se use. Cuando se utiliza como avance de efectivo puede ser mayor a cuando se usa en puntos de ventas, es decir, para compras a plazo. Esto se debe a que debemos sumar el costo de la comisión por avance de efectivo, que suele ser un porcentaje de fijo del monto desembolsado, normalmente entre 2.5% y 6%. En algunos bancos también hay diferencias en las tasas de los préstamos en sí, tendiendo a ser mayor cuando se trata de un avance de efectivo.
De todos modos, el costo final será inferior al del crédito plástico tradicional.
A la hora de tomar cualquier decisión, es recomendable que previamente repases las políticas de tu banco y consultes el tarifario de tu producto.