El presupuesto es considerado la herramienta básica para controlar las finanzas personales. Consiste, fundamentalmente, en una relación de los ingresos y gastos que realizarás durante un período.
Elaborar un presupuesto es beneficioso para tu salud financiera. Te permite organizarte y esto significa muchas cosas: evita desequilibrios financieros por imprevistos, puesto que estarás preparado para ellos; te ayuda a cumplir adecuadamente con tus compromisos, manteniendo un buen score e historial crediticios y, quizá uno de las mejores ventajas, podrás orientar tus ingresos a obtener una mejor calidad de vida y cumplir tus metas financieras.
Los asesores financieros recomiendan que, al elaborar tu presupuesto, seas realista con relación a tu situación financiera actual. Tener clara esta circunstancia te permitirá establecer metas posibles y tomar las decisiones acertadas para poner en la correcta dirección tus finanzas personales.
¿Cómo elaborar un presupuesto personal?
Elaborar un presupuesto personal es una tarea sencilla. Sin embargo, para que al final obtengas un documento eficiente, basado en tu realidad, tendrás que dedicar algunas horas a recopilar tus informaciones financieras y analizar opciones de planes que te resulten funcionales.
Existen diversas aplicaciones que podrías utilizar desde tu celular, tablet u ordenador. Si eres de los que prefiere manejarse con papel y un bolígrafo, da lo mismo. Una hoja de cálculo te será de mucha ayuda para hacer operaciones matemáticas más rápidamente y personalizar los conceptos de tus ingresos y gastos a tu antojo.
Registrando los ingresos
Para quienes disponen de una única fuente de ingreso esta parte es muy sencilla, pues solo requerirán dedicar una línea o fila para introducir el concepto y la cantidad a ingresar. ¿Recibes durante el año bonos, incentivos, salarios adicionales de Ley u otro motivo? Anótalos también como ingresos.
Además de tu empleo, ¿realizas otras actividades que supongan una fuente de recursos económicos? Estas también son otras entradas, pero solo debes incluirlas si las generas con cierta estabilidad. Si son esporádicas, es buena idea incluirlas en una casilla de ingresos extraordinarios destinados a rubros como el ahorro. La esencia de la idea se resume en este dicho popular: no hay que contar con quien no quedó de llegar.
¿Tienes ahorros que producirán una rentabilidad durante el año? ¿Sabes de cuánto podría ser? Esas son otras fuentes de ingresos que es bueno proyectar e incluir en tu presupuesto, aunque siempre de manera cauta.
Proyecta tus gastos
Los gastos son una de las partidas más amplias de un presupuesto. La clasificación que recomendamos es la siguiente: gastos fijos, pago de préstamos, gastos discrecionales y ahorro.
Aunque tengamos un patrón de consumo, a veces es difícil saber cuáles son los gastos fijos que tenemos en un mes, por ejemplo. Un ejercicio recomendado por los sabios de las finanzas personales es recopilar, preferiblemente durante uno o varios meses, las facturas de todos los consumos y anotar en una libreta aquellos gastos que se hacen en comercios informales, que no emiten ningún documento que permita aportar esta información.
Si usas con frecuencia tarjetas de débito o crédito es más fácil, pues solo debes acudir a tus estados de cuenta y empezar a analizar cuánto dinero has destinado a alimentos, pago de servicios, la renta y, en fin, aquellas obligaciones de tu día a día.
Revisando estos estados y facturas de seguro te encontrarás tus gastos discrecionales (o gastos en “chulerías”). No es prudente subestimarlos. Al contrario, es bueno tener una idea de lo que consumes en actividades sociales y recreativas, y evaluar la frecuencia con la que las realizas. ¿Notas algún exceso? Pues ya sabes, es un punto al que hay que prestarle atención y disminuir las frecuencias o cambiar otro aspecto que pueda reducir los consumos. Desde luego, esto no significa que debes ser radical recortando gastos, sobre todo si las finanzas lo permiten.
Proyecta tus gastos extraordinarios. ¿Piensas cursar un programa educativo costoso, comprar un electrodoméstico, cambiar tu carro, irte de vacaciones o celebrar tu cumpleaños? Planifícalo desde ahora. ¿De dónde va a salir ese dinero?
Estima tus pagos de créditos y planifica el ahorro
Si tienes préstamos vigentes debes proyectar las partidas que dedicarás cada mes hasta que concluyas el financiamiento. ¿Cómo está tu nivel de deuda? ¿Tienes tarjetas de crédito que nunca logras pagar totalmente o, si las pagas, estás obligado a volver a usarlas de inmediato en otros compromisos financieros? ¿Actualmente, puedes ahorrar?
Si estás ante una situación de endeudamiento que implica que gran parte de tus ingresos se vayan al pago de deudas, debes considerar hacer recortes a tus gastos y/o aumentar los ingresos para saldarlas. Si la situación es crítica, quizás convenga acudir a un préstamo de consolidación de deudas para reorganizar tus finanzas.
Si no es tu caso y tienes todo bajo control, recuerda construir tu fondo de emergencia: un ahorro equivalente a tres meses de todos tus gastos. ¿Estás al día con esta tarea? ¡Qué alegría! De seguro podrás seguir ahorrando, pero esta vez, para alcanzar la meta que tanto deseas: el inicial de tu carro, de tu casa o ese gran viaje con el que sueñas.
A fin de cuentas, no es ahorrar por ahorrar: es guardar dinero con un propósito. Dentro de esos objetivos, puedes pensar en tu futuro más lejano: hacer aportes extraordinarios a tu fondo de pensión o invertir a largo plazo.
Como has visto, elaborar un presupuesto no es algo tan complicado: se trata de proyectar -preferiblemente con un poco de pesimismo tus ingresos- y de la manera más realista posible tus gastos. Dentro de este rubro, registrar los que son fijos, tomar en cuenta los discrecionales, la partida destinada al ahorro y al pago de préstamos. Si estos últimos te están causando estragos, tienes que visualizar cuanto antes una alternativa para reducir tu nivel de endeudamiento, pues, unas finanzas muy comprometidas con el pago de préstamos te dificultarán el ahorro y, esto, afectará tu calidad de vida y alejará el cumplimiento de tus metas financieras.