Ahorrar evidencia el buen manejo financiero. Tener la capacidad de generar excedentes con tus ingresos implica que vives conforme a tus capacidades a razón de que gastas menos de lo que ganas. Sin embargo, no todo el mundo ahorra, y es muy probable que sea porque no tiene un método adecuado. Es por esto que en Rexi comparto tres métodos de ahorro que puedes implementar en tu gestión financiera personal.
Método No. 1: Ahorro por porcentaje o monto fijo
Este es quizás el más común de todos, en donde determinas un monto o un porcentaje fijo que sacas todos los meses de tus ingresos para guardarlos en tu cuenta de ahorro.
Ventajas
- Fácil implementación.
- Puedes automatizarlo a través de un débito mensual o quincenal a tu cuenta de nómina, convirtiéndose en un "gasto" mensual.
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Desventajas
- Por ser algo fijo, puede que un mes tengas situaciones particulares y no lo puedas llevar a cabo.
- Es el que menos permanencia tiene a razón de que pocas personas logran mantener el ritmo de sacar mensualmente el monto acordado.
Método No. 2: Ahorro escalonado
Este lo conozco hace poco tiempo, aunque al parecer tiene mucho tiempo rodando por ahí. Consiste en fijarte un monto (semanal, quincenal o mensual) el cual vas duplicando, o incrementando proporcionalmente, en la medida en que pasa el tiempo. Es decir, esta semana guardas $5, la semana que viene $10, luego $20, y así sucesivamente.
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Ventajas
- Plantea un reto alcanzable
- Incrementas tu dinero de manera exponencial
- Te incentiva a seguir ahorrando
Desventajas
- El hecho de que se incremente o duplique semanalmente puede crear una situación de insostenibilidad cuando el monto sea alto.
- Requiere de mucha disciplina y enfoque tanto para materializarlo como para no ceder a la tentación de tomar el dinero.
Método No. 3: Ahorro por alcancías
Para mí, este es el mejor método de ahorro. Es fácil, sencillo y no requiere de muchas cosas. De hecho, es tan sencillo que se nutre de las sobras de tus monedas. Y no tienes la presión de un monto o porcentaje fijo que apartar.
Casi todos los bancos las venden, aunque las puedes encontrar en cualquier semáforo en la calle. Lo único es que cuando las compras así y las llevas al banco, por contarlas te cobrar un porcentaje que ronda entre el 5% y 10% del total. Y evidentemente, como son más grandes, toman más tiempo en llenarlas.
Ventajas
- Ahorro sin esfuerzo y que te puede dar sumas considerables. Una alcancía regular toma entre 200 y 250 monedas, dependiendo de la denominación.
- Puedes llevarlo sin presiones de tiempo y de manera sistemática.
- El banco, por llenarlas, te remunera con una nueva libre de costo.
Desventajas
- Ahorro lento. Puede generar cierto nivel de cansancio
- Aunque sus sumas pueden ser considerables, no se comparan con otro método de ahorro.
Anímate y asume uno de estos tres métodos, no te vas a arrepentir.