¿Qué tan importante es que cuentes con un historial y score crediticios? Recientemente respondimos esta pregunta en esta publicación. Básicamente, su relevancia radica en que tu historial y calificación crediticia son tus cartas de presentación a la hora de solicitar un crédito formal.
Eventualmente podrías necesitar el apoyo financiero de un banco o asociación de ahorro y crédito para adquirir tu vehículo, comprar una casa o alcanzar otra meta financiera para la cual, probablemente, tus ahorros no sean suficientes.
Sin experiencia en manejo de créditos formales será más complicado conseguir la aprobación. A lo mejor la entidad financiera te pida el respaldo de un garante y las condiciones con que te preste no sean las más competitivas. Podría, por ejemplo, fijarte una tasa de interés relativamente alta por el riesgo que implica para la entidad tu inexperiencia.
¿Qué puedes hacer para construir tu imagen crediticia? ¿Es obligatorio endeudarte? ¿Cómo puedes empezar tu historial crediticio formal si ni siquiera tienes un empleo o tienes un salario muy bajo?
La estrategia para construir tu historial y score crediticio sin endeudarte
No es preciso que adquieras una deuda innecesaria para construir tu historial y score de crédito. La estrategia que en Rexi te recomendamos es que, en vez de usar una tarjeta de débito, realices el pago de tus gastos fijos con tarjeta de crédito.
Gastos fijos: son aquellos gastos en los que incurres mensualmente (o con otra periodicidad) como el pago de la factura de tu celular, gastos en alimentación, transporte, servicios de belleza, servicios de entretenimiento, entre otros.
Aunque te suene un tanto contradictorio, es la forma más conveniente de forjar tu imagen crediticia, siempre que lo hagas con sabiduría. ¿Qué significa hacerlo inteligentemente? En términos simples: usar tu plástico de manera que no tengas que pagar intereses o comisiones por los consumos que realices con él.
De este modo, en vez de suponer un problema, te brindará ventajas: además de ayudarte a construir historial crediticio (a diferencia de la tarjeta de débito o sus duplicados), te permite usar el crédito libre de costo (siempre que pagues adecuadamente) y te generará puntos de fidelidad que luego podrías usar para otros consumos o para pagar tu propia tarjeta*.
¿Cómo puedes evitar el pago de intereses o penalidades al consumir con tus plásticos?
Evitando el sobregiro (consumir más allá del límite). Suele estar penalizado con un cargo fijo que varía según la política de cada entidad financiera. De hecho, se recomienda no usar más del 50% del límite de la tarjeta mensualmente. De lo contrario, tu calificación crediticia se puede ver perjudicada por un uso excesivo del límite aprobado.
Pagando todo lo consumido y a tiempo. Consume sólo lo que seas capaz de pagar y evita pasarte de la fecha límite de pago. Los atrasos se registran en tu historia, perjudican la calificación de tu score y te generan cargos por mora.
Evitando los avances de efectivo. Esta es otra de las formas más frecuentes en las que se incurre en la obligación de pagar recargos al banco. Es recomendable que la evites.
Asumiendo solo los plásticos que puedas manejar. Hasta tanto tus ingresos y tu nivel de experiencia y disciplina no sean lo suficientemente altos como para manejarte con dos plásticos a la vez, de manera inteligente, no aceptes más tarjetas de crédito. Tampoco uses el crédito diferido que pudiera estar asociado a tu plástico sin necesidad.
Mientras más temprano empieces a diseñar tu historial crediticio, mejor. Las tarjetas de crédito son una buena forma para que “redactes” la carta de presentación que representan estas herramientas fundamentales para acceder al crédito bancario.
*Dependerá de la política del banco. Es importante saber que las tarjetas de débito también generan puntos de fidelidad. Sin embargo, en las de crédito los incentivos son mayores.
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